EL PODER DE LA SAL

Escrito el 17/07/2024
P. Miguel Blanco

 

*Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo lo recobrará? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee.* - Mateo 5:13 (NVI)

 

Mi esposa estaba dirigiendo un retiro y yo estaba solo en casa. Decidí preparar una comida bastante sencilla con lo que tenía a la mano: pollo, arroz, algunas especias (muchas especias, en realidad). Al oler el aroma de la comida, supe que iba a quedar deliciosa. Vertí la comida en un tazón y la probé. Fue una de las comidas más insípidas que jamás había probado. ¿Tal vez debería haber usado más condimentos? Entonces me di cuenta de que no le había puesto sal. Sacudí el salero y eché un poco de sal, lo mezclé todo y probé otro bocado. ¡El segundo bocado explotó con sabor!

 

La sal tiene su propio sabor, pero lo que la hace especial es la forma cómo amplifica los demás sabores de la comida. Un poco de sal puede intensificar otros sabores que de otro modo no probaríamos.

 

En el Sermón del Monte, Jesús le dijo a la multitud: *«Ustedes son la sal de la tierra». Ser sal significa que estamos llamados a amplificar lo que Dios está haciendo en el mundo. Cada uno de nosotros tiene su propio sabor — nuestra personalidad, nuestro llamado y ministerios. Pero lo que nos caracteriza como sal es nuestra capacidad de descubrir lo que Dios está haciendo en nuestras comunidades y expandirlo.*

 

ORACIÓN DE HOY

Dios todopoderoso, tú nos llamas a ser sal. Ayúdanos a ver tu obra en el mundo y *guíanos para ser parte de tu trabajo.* En el nombre de Cristo. Amén.

 

LECTURA DE HOY

Evangelio según San Mateo 5:1-16

[1] Cuando Jesús vio a la multitud, subió al monte y se sentó. Entonces sus discípulos se le acercaron, [2] y él comenzó a enseñarles diciendo: [3] «Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. [4] »Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. [5] »Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. [6] »Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. [7] »Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos serán tratados con misericordia. [8] »Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. [9] »Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. [10] »Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. [11] »Bienaventurados serán ustedes cuando por mi causa los insulten y persigan, y mientan y digan contra ustedes toda clase de mal. [12] Gócense y alégrense, porque en los cielos ya tienen ustedes un gran galardón; pues así persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes. [13] »Ustedes son la sal de la tierra, pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo volverá a ser salada? Ya no servirá para nada, sino para ser arrojada a la calle y pisoteada por la gente. [14] »Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. [15] Tampoco se enciende una lámpara y se pone debajo de un cajón, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en casa. [16] De la misma manera, que la luz de ustedes alumbre delante de todos, para que todos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre, que está en los cielos.

 

PENSAMIENTO DEL DÍA

¿Dónde puedo ver a Dios obrando en mi comunidad y cómo puedo unirme a la obra de Dios?

 

OREMOS

Por quienes comparten el evangelio de Jesucristo.

 

LA BIBLIA EN UN AÑO 

Hoy leemos:

*Salmos 21, 22, 23, 24, 25*