*Jesús le respondió (a la mujer de Samaria): «Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás».* - Juan 4:13-14 (RVC)
Compré una planta suculenta para mi grupo en casa de estudio bíblico semanal, pues deseaba mostrar mi agradecimiento por todo lo que estoy aprendiendo sobre la palabra de Dios y como voy aplicándola a mi vida diaria. La planta está sobre un estante en la sala y también sirve como recordatorio de nuestra dependencia de Dios. La planta depende del agua que recibe y almacena el agua en los tallos para usarla según sea necesario hasta el próximo riego.
¿No es eso lo que hacemos con las Escrituras? *Cuando pasamos tiempo estudiando la Biblia a menudo, somos sostenidos por la palabra de Dios. Si somos sabios, almacenamos la Palabra de Dios en nuestra mente y corazón para aferrarnos a ella bajo cualquier circunstancia.*
Dios siempre está presente para saciar nuestra sed espiritual. *Cuando nos aferramos a Dios y a su Palabra, somos capaces de confiar en Dios en los tiempos difíciles y alabar a Dios en los tiempos buenos.*
ORACIÓN
*Dios bondadoso, gracias por saciar nuestra sed espiritual con tu Palabra y por sostenernos con tu amor.* En el Nombre de JESÚS. Amén.
LECTURA
Evangelio según San
Juan 4:4-14 NVI
[4] Como tenía que pasar por Samaria,
[5] llegó a un pueblo samaritano llamado Sicar, cerca del terreno que Jacob había dado a su hijo José. [6] Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se sentó junto al pozo. Era cerca del mediodía.
[7] En eso, una mujer de Samaria llegó a sacar agua y Jesús le dijo: —Dame un poco de agua. [8] Sus discípulos habían ido al pueblo a comprar comida. [9] Entonces, como los judíos no se relacionaban con los samaritanos, la mujer respondió: —¿Cómo se te ocurre pedirme agua, si tú eres judío y yo soy samaritana? [10] *Jesús contestó: —Si supieras lo que Dios puede dar y conocieras al que te está pidiendo agua —contestó Jesús—, tú le habrías pedido a él y él te habría dado agua viva.* [11] La mujer dijo: —Señor, ni siquiera tienes con qué sacar agua y el pozo es muy hondo; ¿de dónde, pues, vas a sacar esa agua viva? [12] ¿Acaso eres tú superior a nuestro padre Jacob que nos dejó este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y su ganado?
[13] *—Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed —respondió Jesús*—, [14] *pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.*
PENSAMIENTO DEL DÍA
Estudiemos la Palabra de Dios y guardémosla en nuestras vidas para tiempos de sequía espiritiual.
OREMOS
Por los grupos de estudio bíblico en casa.
LA BIBLIA EN UN AÑO
Hoy leemos:
*Nahúm 1, 2, 3.*